Antropofagia Política (por Hernán Barrios)

La experimentación de lo obscuro y tenebroso no tiene por que estar alejada de lo bello, el impacto siniestro desde las penumbras puede sintetizar ideas complejas contrastantes con la racionalidad luminosa y armoniosa.
Un humano devorándose los pedazos de otro, mensaje que se aleja de ser una construcción fantasiosa para conceptualizar personajes reales metafóricamente.

Quienes son ellos? Que significaron para la historia Argentina?

Son humanos que no se reducen al abordaje individual por que fueron mucho mas que individualidades, las estructuras por las que se vieron atravesados los condicionaron pero no lo suficiente como para despojarlos de su propia particularidad única e irrepetible que les permitió realizar cortes sobre el relato casi homogéneo y dominante de la historia.

En el cuadro están personificadas dos tradiciones políticas de raigambre muy disímil y expresan un vínculo de extrema beligerancia que como todo conflicto termina con ganadores y perdedores de la contienda. Eva, gloriosa, practica la cruenta antropofagia sobre el pequeño Ernesto Guevara, se lo devora de a poco, le mastica las entrañas, lo quiere hacer parte de su propio organismo negándole la posibilidad de existir fuera de ella, como si buscara portarlo pero sin convertirse en él. No se trata de la simple eliminación del otro sino de integrar sus partes a otro cuerpo, mas fuerte, mas eficaz, mas hábil y efectivo. Masticarlo de forma tal que cada una de esas mascadas signifique el fortalecimiento propio y la sumisión del contrincante.

El arte Argentino no puede ser liviano por que las raíces de nuestra cultura son demasiado violentas como para generar un Andy Warhol. En Argentina el mercado multinacional no puede ser un elemento artístico por que es la causa de la expoliación, el Minimalismo como corriente artística postmoderna impregnada de vacuidad es una parte representante y característica de esta negación a la propia identidad, busca exaltar lo que no es, por encima de lo que la cosa es, diluye cualquier rasgo autónomo que amenace al principio cosmopolita. Un bar Minimalista puede estar en Palermo Soho o en New York lo mismo da, sus características estandarizadas eliminaron efectivamente cualquier rasgo identitario, pero esta afirmación es una falacia. El disfraz de la no identidad denota la identidad del imperio, de los hombres sumergidos en las jerarquías que se imponen desde la razón occidental y buscan liquidar el mínimo rasgo de auténtica construcción cultural. Ante estas circunstancias esa mujer castiga y saborea al niño marxista aunque este sea el que enarbole banderas antiimperialistas y busque su destrucción esa mujer igualmente lo castiga, lo mató y se lo devora. Por que a pesar de su subversión el niño marxista leninista no emerge de la cultura propia y eso lo hace menos efectivo.
La corriente progresista del Peronismo deglutió al espíritu revolucionario y lo hizo propio, lo puso en práctica pero a su manera. En la Argentina actual de cara a las elecciones de Octubre 2011 parecen haberse deteriorado las tradiciones más conservadoras y comienzan a surgir segundas y terceras fuerzas con tradiciones (al menos en sus orígenes) alejadas de la centroderecha.
La antropofagia del Peronismo progresista lejos está de eliminar las ideas importadas del pequeño niño Marxista Leninista sino por el contrario al hacerlas circular en la vida sociopolítica cotidiana parecería mantenerlas vigentes y eso es una muy buena noticia.

(PINTURA: DANIEL SANTORO)