Percepción de un Hombre indignado (por Hernán Gelburt)

Antes que nada pido que no tomen esto como un profundo analisis del tema a tratar, sino como un conjunto de sensaciones que tuve hace unos dias al realizar un viaje al interior de Buenos Aires. La ultima vez que había salido para el lado de la Pampa tendría unos 10 años, alla por el 94. Recuerdo el paisaje, plantaciones que me eran desconocidas, girasoles que eran bien conocidos para cualquier chico de esa edad, y el resto extensos terrenos para el pastoreo de vacas, colmado de ellas hasta el horizonte, sin exajerar. Por una auditoria que tuve que hacer para el laburo, viaje a Trenque Lauquen ida y vuelta en el dia. Kilómetro 440 de la Ruta 5, que pasa por Mercedez y Peguaho con destino a Santa Rosa. La extensa mayoría de plantaciones eran iguales, todas las mismas plantas distribuidas hasta en las banquinas de la ruta (por ley de transito está prohibido ocupar u obstruir las banquinas de rutas nacionales o provinciales, es literalmente peligroso hacerlo, lo que me genero un violento impulso de pasar arando con el auto sobre alguna banquina sembrada con tal de disminuir la renta agropecuaria en un 0,0000001%; nada iba a lograr más que descargar algún resentimiento social pasajero). Vacas? Si, cada alguna decena de kilómetros veía algún puñado de vacas, no más de 20 o 30, pastando con la cabeza plantada al suelo, casi conociendo su destino. A nivel general son varias las contras que le percibo (o me hicieron ver) en cuanto al monocultivo. La primera es la dependencia económica de un sector tan importante en el funcionamiento de la nación del valor del precio de soja en el mercado global. La segunda es el deterioro de los suelos al recibir en insistentes dosis la aplicación de agroquímicos tan nocivos como los que se utilizan para extremar la renta, perdon, sembrar soja. Hacia mis adentro, y con un poco de ignorancia que ya les admito sobre el tema, me preguntaba… acaso no debería haber una fuerte intervención estatal en cuanto a la industria agroganadera? Acaso es tan de izquierda plantear un control del estado sobre la distribución de plantaciones en función de las necesidades reales del país y no de las necesidades econo-pornograficas de algunos cuantos productores. Seguramente quien lo plantease seria tildado de zurdo o marxista, a excepción de que lo hiciese algún país de los que estamos acostumbrados a ver como del “primer mundo”. Esta claro que hacerlo es mucho mas difícil que plantearlo, en particular por los intereses que se verian tocados, intereses que estan estrictamente asociado a una renta productiva extrema y no a una idea global de nación independiente que piensa realmente hacia sus adentros.